Uno de los problemas asociados a los campos maduros es la producción de agua no deseada. Esto trae como consecuencia la reducción en la producción de hidrocarburos, el incremento en los costos operativos para el manejo de esta agua y problemas a nivel de yacimiento. El impacto puede ser lo suficiente para que el pozo sea cerrado por baja productividad, dejando hidrocarburos sin recuperar y dejando un pozo con un potencial de impacto ambiental en caso de no ser abandonado.
Los tratamientos para control de agua no solamente aplican para pozos productores, sino que también son empleados en pozos inyectores para mejorar o corregir el perfil de inyección que permita mejorar la producción de hidrocarburos.
El éxito de los tratamientos para control de agua está basado en una gran medida en la ingeniería realizada previamente al bombeo de productos.
Es por esta razón que Alaska Oilfield Services desarrolló Okko® – Solución para control de agua conformada por la integración de ingeniería y producto: